Más árboles en Región Metropolitana para combatir las islas de calor

Este febrero ha sido el más cálido de nuestra historia en el centro y sur del país. Sin embargo, la temperatura no se distribuye de igual forma en las ciudades, ya que el concreto y el asfalto la aumentan al absorber y emitir calor. Así, las comunas con menos áreas verdes y mayores edificaciones resultan muy afectadas, produciéndose lo que se ha denominado como islas de calor. En esos lugares pueden registrarse hasta 10 grados más sobre el promedio.

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Plan Metropolitano

Nuestra capital se emplaza en la segunda región de Chile más impactada por las olas de calor extremo después del desierto en Atacama. De las 52 comunas de la Región Metropolitana, solo ocho cumplen con el mínimo de 9m2 de áreas verdes recomendado por habitante, concentrándose en los sectores de mayores ingresos. En comunas pobres como Cerro Navia o Pudahuel apenas se llega a 3.

Por lo anterior, el Gobierno Regional dispuso, en una primera etapa, que durante 2023 se planten 30.000 árboles nativos -de un total de doscientos mil- en comunas con déficit de áreas verdes, lo que beneficiaría a medio millón de habitantes, para lo cual se contempla un presupuesto inicial de dos mil millones de pesos.

El gobernador Claudio Orrego, afirmó que, producto de que las olas de calor golpean más fuerte a los habitantes de las comunas más vulnerables, se plantarán árboles donde estas se concentran. La autoridad señaló: "queremos prevenir los costos, no solamente económicos si no que por, sobre todo, en vidas humanas que genera el calor", para lo cual esperan innovar en "cómo nos adaptamos los santiaguinos a la crisis climática".

Se espera terminar con el plan de arborización a fines de 2024.


El cambio climático es cada año una verdad más evidente y un problema que afecta también la salud de las personas. Mientras hace una década en Chile se producían seis olas de calor anuales, en 2022 llegaron a 60. Buscando adaptarse a esta nueva realidad, Santiago es hoy la primera ciudad de América Latina que cuenta con un plan Código Rojo para evitar muertes por golpes de calor si los termómetros sobrepasan los 33 grados. A partir de ese rango se hacen recomendaciones y sobre los 35 podrá haber suspensión de faenas y actividades deportivas.

Pero las altas temperaturas en las ciudades no afectan a todos los sectores por igual. El diseño urbano crea islas de calor. Estas corresponden a zonas en que la temperatura es más alta porque se dispone de menos áreas verdes y de grandes superficies de cemento y asfalto. Así, un mall, por ejemplo, puede incrementar en varios grados el espacio donde se emplaza.

Mientras los lugares con más vegetación absorben energía y consumen calor, aquellos con menor, absorben energía y emiten calor más rápidamente. La prestigiosa revista The Lancet acaba de publicar un estudio con datos de 93 urbes europeas (57 millones de habitantes), este demuestra que unas 6.700 muertes prematuras se deben a este fenómeno e indica que un tercio podría evitarse aumentando la cobertura de árboles en un 30 por ciento.


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