Contaminación por microplásticos: Nuevas tecnologías para enfrentarla

Los estudios demuestran que los microplásticos están teniendo un fuerte impacto en el medio ambiente. También se acumulan en nuestros organismos al consumir productos marinos o al tomar agua que los contengan. Mientras la preocupación crece, se avanza en variadas iniciativas para limpiar el planeta de estas microscópicas partículas.

Imagen de Artìculo

El plástico tarda cientos de años en degradarse completamente. Durante ese largo periodo pedacitos cada vez más pequeños, van siendo ingeridos por los seres humanos al consumir alimentos contaminados con ellos o al respirarlos. Y, si bien, sus efectos en la salud son aún desconocidos, se trata de un problema que no deja de aumentar. Cada año, 8 millones de toneladas de estos productos llegan a nuestros mares.

Se denomina microplásticos a las piezas inferiores a 5 milímetros. Están presentes en agua, tierra y aire. Provienen de la desintegración de materiales de mayor tamaño, incluidas botellas, neumáticos, ropa sintética y embalajes, pero también se encuentran en detergentes, exfoliantes o pastas dentales, entre otros. Se cuelan por los desagües hacia ríos y mares donde son ingeridos por especies marinas o aves. Adicionalmente en su superficie pueden desarrollarse biopelículas con microorganismos dañinos para el organismo que los ingiera.

Actualmente se experimenta en numerosos laboratorios a nivel mundial, para enfrentar este gran desafío del siglo XXI, siendo su minúsculo tamaño el mayor reto por abordar.


Bacterias y filtros

El uso de bacterias es una de las iniciativas que se ensaya. Uno de estos proyectos ha creado microorganismos que se adhieren a los nanoplásticos. De esta manera, permitirían que sea más fácil retirarlos. Otra propuesta se orienta a seleccionar las bacterias más eficientes para degradarlos tanto en vertederos como en el mar.

Asimismo, se avanza en el desarrollo de filtros para que los plásticos no alcancen los océanos. Una de ellos utiliza imanes y ferrofluidos - un líquido con partículas ferromagnéticas- que atraen estas moléculas, obteniendo una eficiencia casi del 90 por ciento. Se podría utilizar en equipos existentes, como depuradoras de agua o lavadoras.

Además se estudian algunas plantas como filtros. En Finlandia se creó una membrana de nanocelulosa que atrapa las partículas plásticas, la cual también se instalaría en electrodomésticos para evitar que los microplásticos lleguen a las aguas residuales y al mar.

Si bien, son propuestas incipientes, abren una esperanza para solucionar este grave problema. En lo inmediato todos y todas podemos colaborar reduciendo el consumo de plásticos. Y mientras se elaboran legislaciones más exigentes, debiésemos, además, evitar los productos de limpieza y cuidado personal con nanopartículas.


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