El gran potencial de la energía solar nocturna

Durante el día la energía del sol calienta nuestro planeta. Por la noche, esa misma energía se irradia al espacio como luz infrarroja. Aprovechando este proceso natural, científicos australianos lograron generar electricidad mediante un diodo termorradiactivo, lo cual esperan tenga múltiples aplicaciones.

Imagen de Artìculo

La luz infrarroja es una longitud de onda invisible para el ojo humano, el que solo detecta la que se encuentra entre 400 y 700 nm. Por eso, se fabrican dispositivos ópticos que la traducen al espectro visible, y permiten "verla" guiados por el calor que emite.

Es precisamente a partir de este fenómeno que investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia, desarrollaron una celda termofotovoltaica que produce electricidad desde la energía solar nocturna. A diferencia de las celdas fotovoltaicas convencionales, utiliza como matriz energética la luz infrarroja irradiada por la Tierra hacia el espacio a medida que esta se enfría durante la noche.

Así como una célula solar produce electricidad absorbiendo la luz emitida por el sol, el diodo lo hace emitiendo luz infrarroja en un entorno más frío. En ambos casos, la diferencia de temperatura genera la electricidad.


Dispositivos biónicos

El proceso implicó que los científicos crearan un semiconductor o diodo termorradiante, ocupando materiales similares a los que se usan en los lentes de visión nocturna. El resultado parece alentador. Se proyecta como un primer paso hacia la fabricación futura de dispositivos mucho más eficientes, que produzcan electricidad utilizando una fuente térmica como es el calor corporal. De esa manera, por ejemplo, se podrían alimentar dispositivos biónicos como corazones artificiales, que hoy funcionan con baterías que deben reemplazarse cada cierto tiempo.

A pesar de que la cantidad de energía producida aun es muy pequeña, los investigadores creen que el resultado irá mejorando. Teóricamente, dicen, es posible que esta tecnología produzca alrededor de un décimo de la energía de una celda solar.

"La energía fotovoltaica es un proceso artificial que los humanos han desarrollado para convertir la energía solar en energía. En ese sentido, el proceso termorradiactivo es similar; estamos desviando la energía que fluye en el infrarrojo desde una Tierra cálida hacia el universo frío", explicó el equipo australiano.

Plantean que su desarrollo podría ser bastante rápido si la industria visualiza el potencial


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