El metaverso, la apuesta virtual de las grandes empresas tecnológicas

Ya se han realizado los primeros conciertos y bodas en el espacio virtual. Algunos de estos eventos fueron impulsados por las restricciones de la pandemia y, otros, por el deseo de vivir la experiencia como avatar en una realidad paralela compartida. Son pinceladas de un proyecto mayor en cuya creación trabajan desde hace un tiempo grandes empresas como Facebook, Google o Microsoft apostando por lo que esperan se convierta en un rentable negocio en los próximos años.

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¿Ha oído hablar del metaverso? Se trata, nada menos, que de un espacio virtual 3D en el cual se comparten experiencias con otros usuarios mediante su propio avatar, pudiendo crear libremente zonas personales. Permite viajar entre distintas realidades e interactuar con objetos, lugares de fantasía o réplicas del mundo tangible, incluyendo actividades como trabajo o entretención. La clave es que sea inmersivo y, para ello, debe contar con dispositivos como lentes o cascos de realidad aumentada o virtual.

Si bien, todavía no existe como unidad, si están funcionando múltiples mundos no conectados entre sí. Entre ellos, el desarrollado recientemente por la empresa Meta que es el nuevo nombre adoptado por Facebook desde el año pasado.

Mark Zuckerberg, su CEO, está entusiasmado con esta realidad paralela y trabaja de cabeza con su equipo en el diseño. Tanto así, que proyecta en los siguientes cinco años pasar de ser una empresas de redes sociales a una metaversa. El concepto por el que apuesta, es que se convierta en el próximo escalón de internet: "en lugar de ser un internet que miramos, es un internet del que formamos parte o en el que podemos estar dentro", ha indicado.


Con ese objetivo, en 2021 Meta lanzó Horizon Workrooms, una aplicación para reuniones virtuales que permite unirse como avatar o por videollamada y hasta trasladar computadora y teclado a la realidad virtual. Para vivir la experiencia, se requiere de lentes Oculus Quest que vende la misma compañía. A lo anterior, le siguió el videojuego Horizon Worlds, donde los usuarios crean sus propios mundos virtuales y juegos o se transportan, mediante portales, a realidades inventadas por otros jugadores.

Si bien, las primeras aproximaciones al metaverso surgen en los videojuegos, también se avanza en el diseño de lugares de trabajo industrial a gran escala para hacer ensayos mediante gemelos digitales y evitar errores en el mundo real. La multinacional Nvidia ya desarrolló para BMW una copia digital de su fábrica en Alemania.

Los expertos indican que el camino hacia el metaverso será paulatino. Se irán sumando plataformas, dispositivos e interconexiones hasta que, se pueda hablar de uno como tal.

Sus enormes posibilidades y, sobre todo, la oportunidad de monetizarlas, han despertado el interés de las grandes empresas tecnológicas. No por nada, la conocida compañía de asesoría financiera Bloomberg, proyecta que el metaverso generaría un negocio global de 800.000 millones de dólares para 2025 y de 2,5 billones para 2030.


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