Hidrógeno verde: Una oportunidad para el futuro de Chile

Hace un par de años, Chile apostó con éxito por impulsar las energías solar y eólica; ahora lo está haciendo por el hidrógeno verde, para el cual también tiene ventajas competitivas y un mercado mundial que se calcula llegará en 2030 a 200.000 millones de dólares y en 2050, se elevará a la mitad del actual negocio del petróleo.

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El hidrógeno es el elemento más abundante en la naturaleza, pero no existe solo y debe extraerse de combustibles fósiles, biomasa o agua. Su uso ha sido evaluado en varias oportunidades como la opción energética del futuro, ya que puede almacenarse como gas o líquido y no emite gases de efecto invernadero en su combustión, pero su alto costo ha hecho desistir las iniciativas. Sin embargo, ahora que el mundo camina con decisión hacia un modelo energético más sostenible, se lo está tomando con seriedad. De hecho, 18 naciones -que en conjunto manejan el 70 por ciento del PIB mundial- tienen hojas de ruta para su desarrollo.

Actualmente, el 96 por ciento del hidrógeno se obtiene de combustibles fósiles mediante energías no limpias. Si la separación de esta molécula genera contaminantes se le denomina hidrógeno gris o azul y cuando el proceso es limpio: verde. Esta última opción conlleva obtenerlo del agua por electrolisis usando energías renovables.

Lo positivo es que los costos de procesar el hidrógeno verde se están reduciendo, ya que entre el 50 y 80 por ciento de estos corresponde al valor de la electricidad y -como es sabido- producir energías renovables es cada más económico. Entonces, su uso masivo colaboraría de forma importante en la ruta hacia la carbono neutralidad por la que avanza la Humanidad, considerando que lo único que emite es vapor de agua.

Y, en ese escenario, Chile podría jugar un rol clave a nivel mundial.


Estrategia nacional

La Agencia Internacional de Energía señaló que Chile tiene un gran potencial para producir el hidrógeno verde más barato del mundo. Esto no solo permitiría al país sustituir importaciones de combustibles fósiles sino que exportar hidrógeno verde y sus derivados como amoníaco, nitrato de amonio, etanol y otros.

Esta gran fortaleza, llevó al Gobierno en 2019 a impulsar la creación de una Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde que será liderada por el Ministerio de Energía. Se considera que en un mundo descarbonizado la demanda de hidrógeno podría crecer hasta 10 veces y reducirse los costos de su producción en dos tercios al 2030. Por ello, se analiza e impulsa su gran potencial.

Sus usos principales hasta ahora, se encuentran en el transporte, calefacción y procesos metalúrgicos. Además, permite almacenar grandes cantidades durante tiempo indefinido, para compensar la variabilidad de las fuentes renovables, desacoplando la demanda de generación.

Según Bloomberg, los costos podrían alcanzar a US$1,40 por kilo hacia 2030 siendo el rango actual entre US$2,50 y US$6,80, y este precio bajaría a menos de un dólar en 2050. Por esta razón, se proyectan para los próximos años, siete millones de autos funcionando con este combustible en China, Japón, EE.UU y Corea.

Nuestro país podría cubrir el 5 por ciento de la demanda global de hidrógeno verde. Por ello, el ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, ha dicho que “puede ser una industria de exportación y llegar a ser tan importante como la minería de cobre para Chile”.


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