Las smart cities más desarrolladas en 2020

Londres y Nueva York nuevamente encabezan el ranking IESE 2020 de ciudades inteligentes en el mundo. Sin embargo, ambas a pesar de instalarse en primeros puestos en rubros como economía, capital humano, transporte y proyección internacional, tienen su talón de Aquiles en las dimensiones de cohesión social y medio ambiente. Por su parte, Santiago ocupa el lugar 68 alcanzando su nivel más destacado en medio ambiente y liderando el índice en Latinoamérica.

Avanzando hacia ciudades sostenibles económica, social y ambientalmente, nace el concepto de smart cities. En ellas, se busca que las tecnologías de la información y de la comunicación aumenten la calidad de vida de sus habitantes, se logre una activa participación e integración de estos y se obtenga una mayor eficacia de sus recursos.

Para medir esos logros hace siete años se creó el Índice IESE que evalúa 9 dimensiones en 174 urbes. Este 2020, Londres y Nueva York siguen ocupando los primeros puestos. Por su parte, nuestra capital obtuvo hace cuatro años el lugar 85 y ahora ostenta el 68. En el continente las más cercanas a Santiago son Buenos Aires (90) y Montevideo (110).

Ambas ciudades líderes tienen planes para seguir profundizando su desarrollo. Londres, en Reino Unido, lanzó un plan maestro en el cual autoridades locales y servicios públicos trabajan y colaboran mejor con datos y tecnologías digitales. Se proyecta ser la “ciudad más inteligente del mundo”.

Por su parte, Nueva York -que ocupa el segundo puesto- diseñó el plan One NYC 2050, que -entre otros- se plantea cero desperdicios al 2030 y garantizar cobertura sanitaria para todos hacia el 2050.

Ciudades y covid

La séptima versión del IESE consideró la pandemia del coronavirus en su análisis. Esto porque como declaran sus autores, el Covid-19 "ha puesto de manifiesto que las ciudades sufren si sus ciudadanos padecen aflicciones y que, sin su bienestar, son simplemente estructuras vacías".

Indican que entre los nuevos desafíos pospandemia, será necesario promover políticas de desarrollo humano para "que nadie se queda atrás en el ámbito social". En este sentido, dicen, las ciudades deberán identificar sus prioridades para darles el mayor nivel de recursos, tiempo y esfuerzo.

También plantean que es indispensable incorporar nuevas estrategias en un escenario con distanciamiento social. Agregan que el coronavirus demostró la importancia de reflexionar sobre la capacidad de las ciudades para superar circunstancias traumáticas. Será esencial "una nueva resiliencia urbana", la cual se lograría combinando una infraestructura sólida con una gestión de gobierno ágil y eficiente.

Plantean que la recuperación será más rápida si hay colaboración entre sectores público y privado, organizaciones cívicas e instituciones académicas. Asimismo, habrá que afianzar vínculos entre territorios rurales y urbanos para crear sistemas más eficientes.

Por último, concluyen, que la recuperación económica y social después de la pandemia será- probablemente- el reto más importante, donde las ciudades jugarán "un rol vital en la regeneración de las condiciones que permitan que sea rápida, efectiva y, fundamentalmente, solidaria".

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