Luz ultravioleta C: Gran aliada en la lucha contra el coronavirus

Estamos acostumbrados a protegernos de la radiación ultravioleta porque siempre se nos ha advertido de sus peligros. Sin embargo, desde hace bastante tiempo el tipo C de esta luz, es ocupado como método de esterilización en hospitales; producción de alimentos; aeropuertos y hasta para desinfectar el agua potable. Hoy su utilización podría ser mucho más masiva al comprobarse que elimina en casi un cien por ciento el Covid-19.

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Existen tres tipos de radiación ultravioleta. La UV-A y la UV-B llegan a la Tierra y pueden provocar arrugas, quemaduras y hasta cáncer en la piel y, por ello, nos cuidamos de sus efectos con diversos métodos.

La UV-C, por su parte, es absorbida por la capa de ozono y no alcanza la superficie terrestre. Pero esta radiación sí se produce artificialmente, y la utiliza la industria desde hace décadas - bajo normas específicas- para eliminar virus, bacterias y hongos.

Luz UV-C y el coronavirus


Como ya se conocían sus efectos sobre otros tipos de coronavirus, faltaba probar la luz ultravioleta C sobre el Covid-19 para colaborar en el control de la pandemia. Y, recientemente, una muy buena noticia fue reproducida en los medios: los Laboratorios Nacionales de Enfermedades Infecciosas Emergentes de la Universidad de Boston, comprobaron que luego de aplicar al virus cierta dosis durante 25 segundos, este se reducía en un 99,9 por ciento. "Los resultados de nuestras investigaciones muestran que, por encima de una dosis específica de radiación UV-C, se producía una inactivación completa de los virus y, en cuestión de segundos, ya no podíamos detectar ningún rastro viral", afirmó el doctor Anthony Griffiths, quien encabezó el equipo de trabajo.

El científico agregó que esperan que el hallazgo, “acelere el desarrollo de productos que puedan ayudar a limitar la propagación del Covid-19”.

“Los resultados de esta investigación, confirman la efectividad de las lámparas UV-C para proporcionar espacios libres de virus”, señala Germán Noziglia, Gerente de Marketing del Grupo Legrand Chile. Precisa que “es una tecnología que permite desinfectar de manera rápida, segura y sencilla; aumenta la sanitización y aporta a la salud pública de los lugares de trabajo, tránsito y reuniones”. Sin embargo, advierte que se debe saber cómo aplicarla para no provocar daños en los ojos o la piel.

Comenta el ejecutivo que si bien Legrand no produce lámparas UV-C, le interesa difundir ampliamente este nuevo conocimiento para contribuir a la etapa que viene en el país, “acompañando a la sociedad en este proceso y disminuyendo las posibilidades de contagio. Queremos aportar a su buen uso porque somos un actor relevante en el mercado de los lugares de reunión de personas, y nuestros clientes deben conocer sobre esta tecnología y cómo usarla”.


Norma fotobiológica


La Global Lighting Association (GLA), voz de la industria de la iluminación a nivel mundial, está preocupada por la proliferación de dispositivos de desinfección de UV-C -particularmente aquellos vendidos en internet– con dudosa seguridad.

Remarca Germán que a nivel internacional existe la norma IEC 62471 sobre seguridad fotobiológica que regula las lámparas y aparatos que ocupan luz ultravioleta C. En Chile todavía no existe normativa para su uso, por lo cual señala que esperan que la autoridad resuelva pronto este tema, por las amplias aplicaciones que tendría utilizar esta tecnología en hospitales, aeropuertos, cines, metros y múltiples espacios donde se reúnen y transitan las personas.

Concluye que ya existen soluciones para avanzar hacia una nueva normalidad: “y para que sean plausibles y bien aplicadas, se requiere conocer que hay normativas para su instalación y operación de manera segura”.


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